Cuentos de la Dragonlance I, vol. 3. Historias de Ansalon
Con este libro, último de tres, llegamos al final de Cuentos de la Dragonlance I, primera trilogía que ofrece diversos relatos situados en el mundo de la Dragonlance, escritos por diferentes autores y con estilos muy distintos que incluyen poesía y sátira. También, al igual que los dos libros que lo preceden, Historias de Ansalon abre con un breve prólogo obra de Margaret Weis y Tracy Hickman, los autores de Crónicas de la Dragonlance y Leyendas de la Dragonlance, las historias principales de esta gran serie. ¡Vamos al lío!
EL RELATO DE UN BUEN CABALLERO, por Harold Bakst.Esta emotiva historia es la narración que un anciano caballero hace a un semielfo itinerante que viaja por todas partes para recopilar cuentos e historias. La narración del mencionado caballero está protagonizada por una hermosa joven y su padre, quien, para evitar que su hija se case y lo deje terriblemente solo, decide mudarse con ella al lugar más apartado y escondido que sea capaz de encontrar. La historia ofrece al lector una moraleja sobre las consecuencias de interponerse en el camino del amor y en el de los propios hijos.
LA INSPIRACIÓN DEL PINTOR, por Bárbara y Scott Siegel. Una dulce y entrañable pareja de enamorados protagonizan esta preciosa historia, que narra los esfuerzos de un pintor por vivir de su arte. El hombre cuenta no solo con su talento, sino también con el incondicional amor y el enorme apoyo de su esposa, así como con un extravagante dragón con el que ambos traban amistad. Sin embargo, el cuento dará un amargo giro que transformará por completo el significado del título. El desenlace de la historia, tan triste como bonito, estará, por supuesto, salpicado con un ligero toque de magia.
DESTINO FATAL, por Nick O´Donohoe. Este relato nos permite echar un nuevo y diferente vistazo al encuentro entre los Compañeros de la Lanza y el Señor del Bosque, la hembra de unicornio que les ayudó a escapar con éxito durante su travesía por el Bosque Oscuro, en los acontecimientos que tuvieron lugar durante las Crónicas de la Dragonlance. Sin embargo, en esta ocasión descubrimos también una nueva historia, una que involucra al ciervo que guió al mismísimo Huma, y en la que encontraremos amor, traición, sacrificio e incluso las almas, condenadas mucho tiempo atrás, de un rey y sus seguidores.
JUGAR AL ESCONDITE, por Nancy Varian Berberick. De nuevo otro relato protagonizado por los Compañeros y situado antes de los acontecimientos de las Crónicas de la Dragonlance. Y, también de nuevo, nos encontramos con que Tasslehoff se mete en un lío del que sus amigos tendrán que sacarlo. En esta ocasión, sin embargo, el lío en cuestión ha sido originado por dos despreciables individuos que han secuestrado a un niño, al que Tas intenta ayudar mientras aguarda la llegada de refuerzos. ¿Que cómo lo hace? ¡Pues jugando al escondite con los villanos y tratando desesperadamente de que no los encuentren!
POR EL CÓDIGO Y LA MEDIDA, por Richard A. Knaak. Ningún autor conoce mejor el honor que Richard A. Knaak, a quien con frecuencia nos encontramos escribiendo relatos protagonizados por minotauros y/o caballeros de Solamnia, unos y otros máximos exponentes del honor en la Dragonlance. En esta ocasión es el turno de un joven caballero, quien se verá capturado por los draconianos y será torturado de todas las formas imaginables. Sin embargo, el joven tiene una promesa que cumplir y un honor al que ceñirse, y lo hará de la forma más inesperada. ¡El desenlace no podría ser más sorprendente!
LOS EXILIADOS, por Paul B. Thompson y Tonya R. Carter. Probablemente este sea uno de los relatos más emotivos para los seguidores de la Dragonlance, especialmente para aquellos que han acompañado durante tantos libros a los Compañeros. El motivo es que se trata de la historia de origen del caballero Sturm Brightblade, quien, siendo todavía un niño, se ve obligado a huir de su hogar junto a su madre, lo que dará inicio a una dura lucha por la supervivencia en un mundo que se muestra cruel y carente de toda piedad. Pero Sturm, el niño, nunca dejará de luchar.
EL CORAZÓN DE GOLDMOON, por Laura Hickman y Kate Novak. Laura Hickman (esposa de Tracy Hickman) y Kate Novak nos presentan un relato que protagonizan una jovencísima Goldmoon y Riverwind, destinado a ser su esposo, mucho antes de las Crónicas de la Dragonlance, El relato narra el momento en que ambos se conocen, así como los acontecimientos que vivieron juntos antes de convertirse en la pareja destinada a marcar el camino del regreso de los dioses durante las Crónicas de la Dragonlance. La historia, llena de romance y aventura, es un más que interesante vistazo al inicio de la leyenda.
LA HIJA DE RAISTLIN, por Margaret Weis y Dezra Despain, narra una llamativa historia sobre el extraño y mágico encuentro entre Raistlin Majere y una extraña mujer, quien pertenece a una raza perdida en los orígenes del mundo de Krynn. La suya será una historia de amor de lo más inusual, como no puede ser de otra forma tratándose de Raistlin Majere, y el resultado será un bebé que pertenecerá a dos mundos y a ninguno al mismo tiempo. Sin embargo, en palabras del propio Caramon Majere, todo esto no son más que historias. Pero… ¿y si no es así?
PLATA Y ACERO, por Kevin Randle. Probablemente se trate de unos de los relatos más crudos y emotivos de la Dragonlance, dada la forma en que se narra el choque entre el ejército de la Reina de la Oscuridad y las fuerzas del bien lideradas por el legendario Huma, en una batalla que se aleja del romanticismo de la guerra para centrarse en la trágica realidad subyacente tras ella, y en los sacrificios que conlleva. Y nadie sabe más de sacrificios que el propio Huma y su enamorada, la dragona plateada que lo acompaña a una batalla imposible de ganar.
DEL AFÁN POR LA GUERRA Y SU FINAL, por Michael Williams, muestra otra trágica mirada a las penurias de la guerra y a todo lo que esta conlleva, y lo hace, al igual que el relato anterior, alejándose de la visión de la guerra que ofrecen las historias y las leyendas. Porque, aunque se trate de literatura fantástica, no hay que olvidar que en la vida real las guerras son muy reales, y, como dijo alguien una vez, nunca hay vencedores en una guerra. Michael Williams muestra la guerra como inevitable, sí, pero también trágica y siempre de amargo final.
JOAQUÍN SANJUÁN
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