Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones
Desde el fracaso que supuso el intento anterior de hacer una película de Dungeons & Dragons, aquella película del año 2000 que contaba con Jeremy Irons como antagonista (única cosa buena de la película, a decir verdad), los aficionados a este, uno de los más famosos universos de fantasía, estábamos esperando una película digna. Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones no solo lo es, sino que ofrece al espectador todo aquello que uno podría esperar de una película basada en D&D: diversión, entretenimiento y acción a raudales. Eso sí, la película no es para todos. Si pretendes encontrar en Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones una película épica al estilo El Señor de los Anillos de Peter Jackson, te llevarás una enorme decepción. Pero si buscas pasar un buen rato y disfrutar del mundo de D&D de la misma forma que lo harías en una partida, no te decepcionará.
Tres curiosidades relacionadas con la película y con el mundo de D&D. En primer lugar, el hechizo de olor a hierba fresca que se utiliza en la misma y que se menciona después un par de veces es un guiño al grupo de juego Critical Role. En segundo lugar, hay un cameo de los personajes de la serie de animación Dungeons & Dragons. En tercer lugar, ¿sabéis que esta película pudo ser muy diferente? En su momento hubo un primer guión para una película de Dungeons & Dragons, escrito por el actor y fan de D&D Joe Manganiello. Sin embargo, por varios motivos, al final fue descartado.
La película Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones tiene grandes puntos fuertes, empezando por una ambientación cuidada y tan completa que cualquier jugador habitual de Dungeons & Dragons se sentirá por completo dentro del juego. Sin embargo, me gustaría resaltar la importancia del reparto protagonista. Destacan Chris Pine, quien con su carisma logra dar vida de forma magistral al bardo Edgin Darvis, y Michelle Rodriguez, quien con la fuerza y el arrojo que le caracterizan en pantalla nos ofrece una bárbara fantástica. También hay que destacar a un envejecido Hugb Grant, galán de comedia romántica en los noventa que se pone ahora en la piel de un personaje, el pérfido Forfe Fitzwilliam, al que sabe dotar de una presencia y un carisma que solo él podría haberle dado. Sin desmerecer a los demás, por lo general actores y actrices con menos recorrido que los tres ya mencionados, quiero hacer mención especial a Sophia Lillis, quien encarna maravillosamente a la fascinante y sorprendente druida que acompaña a los protagonistas,
La película en sí misma, sostenida siempre por los maravillosos personajes de Chris Pine, Michelle Rodriguez y Hugh Grant, ofrece una historia profunda y conmovedora que tiene como principal protagonista al bardo Edgin Darvis pero en la que su compañera bárbara juega también un papel notable. Dicha historia, enmarcada en una aventura repleta de acción y con grandes dosis de un humor muy bien insertado, queda aderezada por montones de referencias al mundo de Reinos Olvidados, comenzando por lugares (como Baldur´s Gate, ciudad que da nombre a una serie de videojuegos que en su momento gozó de gran popularidad), hechizos, criaturas y razas (con mención especial al cameo de Bradley Cooper).
Poco más se puede añadir sin entrar en spoilers no deseados. Solo me queda animarte a ver la película, si es que no lo has hecho todavía. ¡Después de verla, te aseguro que tendrás tantas ganas como yo de sacar tus dados y tu ficha de personaje y zambullirte una vez más en el increíble mundo de Dungeons & Dragons!
Joaquín Sanjuán
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