Los cuentos a través de la Historia

02.06.2023

 Los cuentos, más que la mayoría de los géneros literarios, han tenido un recorrido histórico que abarca prácticamente desde el inicio de las sociedades humanas, cuando, a través de historias a menudo moralizantes y con dioses y héroes como protagonistas, se narraban historias que pasaban de generación en generación mediante transmisión oral. Con una antigüedad calculada en unos cuatro mil años, los cuentos han acompañado siempre al ser humano pese a que, como este, han sufrido una gran evolución a lo largo de la Historia.

Entre las características más frecuentes de los cuentos encontramos que ofrecen historias breves y de poca complejidad, pero que, por lo general, contienen también una lección o moraleja. Si bien hoy en día se ha generalizado la idea de que están dirigidos a niños, lo cierto es que, en su origen, surgieron más bien como un elemento moralizante y de adoctrinamiento y propaganda, por lo general a través de las hazañas de dioses y reyes. Se buscaba además que fuesen un elemento de cohesión social, pues estas narraciones propiciaban reuniones en torno al fuego en las que los asistentes disfrutaban de diversas historias.  

 Las hazañas de dioses y de reyes y la profunda carga mitológica de estos relatos dieron paso, con la llegada de la Edad Media, a narraciones sobre caballeros, a historias que buscaban transmitir épicas hazañas de héroes a los que se pretendía convertir en modelos de conducta. Pero fue a finales de la Edad Media cuando surgió el formato que más se aproxima a lo que hoy en día entendemos por cuento. No mucho después, entre los siglos XVII y XVIII, nacieron algunas de las historias que, con el paso del tiempo, se convirtieron en cuentos clásicos. Hablamos de obras mundialmente conocidas, tales como La Cenicienta o La bella durmiente, ambas de Charles Perrault, uno de los más importantes escritores de cuentos hasta el momento. Poco después, ya en el siglo XVIII, nos encontramos con Hans Christian Andersen, otro importante autor de este género y creador de cuentos como El patito feo o La sirenita. Precisamente este último influye de forma directa en Cuéntame un sueño, de Eva Barón Ortega.

Sin embargo no sería hasta principios del siglo XIX cuando los hermanos Grimm redefinieron el imaginario de los cuentos, con la divulgación de obras tan conocidas como Blancanieves, La Cenicienta, Barba Azul o Caperucita Roja. Estos dos hermanos, ambos con formación como filólogos, fueron, sin lugar a dudas, la mayor influencia de la que beben los cuentos contemporáneos. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la labor de los hermanos Grimm estuvo más enfocada a recopilar historias de transmisión oral, así como a escribir su propia versión y divulgar los cuentos obtenidos que a la creación de historias originales. Esto, desde luego, no resta en absoluto importancia a la gran labor que realizaron.  

Estatua de los hermanos Grimm.
Estatua de los hermanos Grimm.

 Ya en el siglo XX, y recogiendo el testigo dejado por los hermanos Grimm, Walt Disney convirtió en películas algunos cuentos clásicos a los que, como ya hiciesen precisamente los dos hermanos filólogos, dio su propia visión. Blancanieves y los siete enanitos, película basada en la versión de los hermanos Grimm, fue el inicio de una larga trayectoria que ha convertido a la compañía Disney en uno de los titanes del entretenimiento a nivel mundial, sobre todo en cuanto a animación se refiere. Lejos quedan aquellas historias breves de transmisión oral que surgieron hace más de cuatro mil años. Si la evolución de los cuentos ha sido o no para mejor, dejaremos que lo juzgue cada uno.

Cuéntame un sueño, de Eva Barón Ortega, bebe directamente de algunos de los cuentos clásicos europeos, tal y como podrá cualquier lector que se sumerja en esta preciosa obra ilustrada. Si todavía no lo habéis leído, recordad que podéis encontrarlo aquí. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta soñar?

GRIMNIR EDICIONES.