Presentación en un poema

03.03.2021

Os ofrezco a continuación, y como inicio de este blog, una breve presentación en forma de poema, con el deseo de que me conozcáis un poco mejor, mis queridos lectores. 

Nací en Madrid

en un postrero verano,

septiembre se esfumaba,

pero el calor no expiraba.

Y sin demasiada tregua estudié

Leyes por vocación,

mas las letras y no las balanzas llenaban

de susurros mi corazón.

Y quise dar vida a su hambrienta llamada,

y escribí sueños,

aunque no tuvieran ningún dueño.

Y quise tejer fantasías,

que me colmasen de alegrías.

Y lo hice, sí, lo hice,

casi cada noche, casi cada día.

Mas solo para mí escribía,

pues tímida e insegura,

joven e inexperta,

los años entre ilusiones y quimeras dejaba pasar

sin atreverme nunca a publicar.

Y aquí hemos llegado casi a la mitad de la vida

cargada las alforjas de historias y poemas.

Y habiendo malgastado con egoísta silencio el tiempo,

entiendo que solo queda ya compartir y perseverar,

si al final uno no se quiere lamentar

de lo que pudo haber hecho y no hizo

para sus sueños alcanzar.

Pues, a veces, solo hay que intentarlos atrapar.

Igual que se alcanza en el cielo una estrella,

sola y desconocida,

sin más ayuda que la suerte y una mágica escalera

que por ahí abandonada uno se encuentra,

subiendo sin mirar al suelo en pos de ella,

con hambre de intentar, quizá, triunfar.

Mas si en el último peldaño con el fracaso

de mi estrella apagada me encuentro,

no es problema: es el primero, y sé que tampoco el último será,

porque sueños como historias hay tantos en el cielo

como estrellas con nombre en el firmamento,

o arena en cualquier playa o desierto,

y solo algunas lograrán brillar

y a muchos con sus fulgores, en la noche o por el día, encandilar.

Bien lo sé, consciente soy

que no soy más que un grano en la arena del desierto,

pero si aún se tienen sueños,

solo queda volverse a levantar,

no es opción nunca rendirse ante la primera adversidad,

y con renovado espíritu volver a luchar

y subir de nuevo decidido peldaño a peldaño por la escalera de la vida

por ese sueño, por esa estrella, que se quiere atrapar,

intentando, si al fin se logra, hacer que brille y ya no se apague jamás.

Hasta pronto... mis queridos lectores.