Thanquol y Destripahuesos

28.08.2023

Dentro del universo literario de Warhammer Fantasy, no hay muchas novelas protagonizadas por, digamos, las razas malvadas de ese mundo. Por regla general, la mayoría de la novela tienen como protagonistas a humanos y a elfos, y algunas de ellas a enanos. Sin embargo, en lo que respecta a las criaturas malvadas, poco encontramos más allá de lo relacionado precisamente con elfos (oscuros, en este caso), o muertos vivientes, especialmente vampiros (ahí tenemos trilogías dedicadas a los Von Carstein, a Ulrika o a Genevieve, entre otras historias de muertos vivientes). Sin embargo, existe una notable excepción a todo lo dicho, y se trata de la trilogía Thanquol y Destripahuesos, escrita por C. L. Werner, autor de la excelente trilogía Brunner el cazador de recompensas. Dicha trilogía, de la que tristemente tan solo podemos encontrar en castellano los dos primeros números, está protagonizada por los repulsivos y siniestros skavens, los hombres rata de las profundidades del Viejo Mundo. En particular, su protagonista no es otro que Thanquol, un personaje del wargame Warhammer Fantasy, y a quien vimos en algunas de las novelas protagonizadas por Gotrek y Félix, como un antagonista en la sombra. 

El primer libro, El vidente gris, tiene como historia principal el afán de Thanquol por conseguir medrar entre los suyos, y la novela de la oportunidad de brillar como protagonista al malvado skaven, al mismo tiempo que nos muestra de forma extensa los entresijos de la sociedad skaven, y lo hace de forma fiel al trasfondo original de esta raza. Los conflictos, chantajes, extorsiones, asesinatos, traiciones y cosas mil veces peores serán protagonistas indiscutibles del periplo de Thanquol, obsesionado todavía con vengarse de Gotrek y Félix, y siempre acompañado de una rata ogro mutante llamada Destripahuesos, y cuyos reemplazos, siempre Destripahuesos, son cada vez más feroces, grotescos y peligrosos que los anteriores.

El segundo libro, El Templo de la Serpiente, es una de las pocas novelas de Warhammer Fantasy que dan cierto protagonismo a los hombres lagarto, uno de los ejércitos del wargame. Sin embargo, en esta novela se profundiza en la conocida rivalidad entre ratas y lagartos, y Thanquol deberá demostrar una vez más que no solo es más poderoso y capaz que otros skavens, sino que su astucia, su maldad y su perfidia están, también, muy por encima de sus rivales; todo esto mientras aprende a vérselas con esas extrañas criaturas reptiloides que son los hombres lagarto.

Finalmente, la tercera novela es Thanquol´s Doom (La perdición de Thanquol), pese a que no está traducida en español, lo que hace que la trilogía de C. L. Werner quede incompleta en nuestro país. Por un lado no es un gran problema, ya que, de forma similar a lo que hizo el autor con Brunner el cazador de recompensas, cada novela está tratada como una historia independiente, pese a que deja siempre una conexión con el siguiente libro. Pero, claro, por otro lado el lector se ve incapaz de completar la trilogía, salvo que lea la última novela en inglés. 

En términos generales, lo cierto es que no está ni por asomo entre las mejores novelas de Warhammer Fantasy, e incluso diría que su mayor interés (casi el único interés que ofrece) es que esta trilogía ofrece los únicos libros de este wargame que permiten explorar y conocer a fondo a los skavens, y también son los únicos libros en los que los hombres lagarto gozan de cierto protagonismo. Y, bueno, siendo sincero siempre es divertido leer historias protagonizadas por skavens. Es desconcertante cómo pueden ser al mismo tiempo una de las razas más siniestras y perversas de Warhammer Fantasy, y una de las más divertidas...

¡Pronto más reseñas de literatura fantástica!

JOAQUÍN SANJUÁN
www.grimnir.es